miércoles, 18 de septiembre de 2013

La motivación - Nunca se consigue nada sin entusiasmo (Emerson)

Otra gran pregunta que los padres nos hacemos al comienzo del curso, y que nos hacemos a la vista de los resultados del curso anterior, es ¿ como motivar a nuestros hijos en el estudio ?.






Debemos inculcar la motivación en el niño antes de que termine el primer ciclo de Educación Primaria. A partir de los 7 años el objetivo consiste en transformar la motivación por hacer la tarea en necesidad de hacer bien las cosas.
Hasta 5º de Primaria el niño adquiere el instrumento para el estudio y a partir de 6º de Primaria comienza
realmente a estudiar.En ese momento debe adoptar una actitud de mayor esfuerzo.El futuro éxito en los estudios dependerá de que tenga unos correctos hábitos de estudio.

La motivación se obtiene:
- Fomentando la independencia.
- Desatendiendo sin hostilidad muchas de las peticiones del niño. La eficacia es tanto mayor cuanto menor
   es el niño.
- Recompensando y estimulando, desde la infancia, los intentos de realización y logro. Cada iniciativa, cada
   trabajo escolar o doméstico bien realizado deben ser gratificados con el reconocimiento del esfuerzo o el
   acierto y deben servir para que el niño tome conciencia de la satisfacción intima que obtiene de su buen
   hacer, o de la resolución de cualquier pequeño conflicto.

Expresiones del tipo "no tiene interés", "le da todo igual", "es una batalla diaria empezar a hacer las tareas"
"se distrae constantemente", etc, son quejas habituales de los padres. Cuando un niño se enfrenta al reto de
ir a la escuela, asumir unos conocimientos y aprendizajes, hacer unos éxamanes y aprobar, sus resultados
van a venir determinados por dos factores:

1- Su capacidad intelectual. Es decir, su potencial de aprendizaje.
2- Su motivación para el estudio.

Es fácil adivinar que un niño con un buen potencial de aprendizaje y una mala motivación tendrá malos resul-
tados, haciendose esto mas evidente a medida que el niño se hace mayor, ya que, dependerá de más trabajo y más horas de estudio.
No obstante un niño con un potencial de aprendizaje normal o ligeramente bajo, pero con una alta motiva-
ción probablemente sacara adelante los cursos.

No se trata de hacer teatro, cosa que molestaría más al niño, sino enviarle el mensaje de que estamos con él
en el esfuerzo. Si como adultos no hemos sabido transmitir ilusión, paútas, objetivos, constancia y también
por que nó, recompensas, no estaremos en las mejores condiciones para motivar a nuestros hijos.
Debemos construir la motivación paso a paso.